La Santería es una religión que tiene sus orígenes con la tribu Yoruba del Africa. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del Río Niger. En un tiempo tuvieron una poderosa y compleja estructura organizada en una serie de reinos, de los cuales el más importante era Benin, y éste duró 12 siglos.
La Santería es una religión pagana fruto del sincretismo Yoruba y el Catolicismo. No es brujería ya que ésta responde a trabajos de magia negra, y en la santería se encuentra el Diloggun o leída de los caracoles.
La Santería es una religión pagana fruto del sincretismo Yoruba y el Catolicismo. No es brujería ya que ésta responde a trabajos de magia negra, y en la santería se encuentra el Diloggun o leída de los caracoles.
El génesis de la religión en nuestro continente se remonta en los esclavos de la colonia española que fueron traídos a trabajar en las plantaciones de azúcar.
Las leyes españolas, al tiempo que permitían la esclavitud, trataban de atenuar esa injusticia concediendo a los esclavos algunos derechos. Al menos en teoría, tenían derecho a la propiedad privada, matrimonio y seguridad personal. También las leyes exigían que los esclavos fueran bautizados católicos como condición de su entrada legal a Las Indias. La Iglesia trató de evangelizar a los negros lucumí, pero las condiciones eran muy difíciles. Además de la escasez de sacerdotes, la condición de esclavitud dificultaba que los lucumí comprendieran y aceptaran lo que se les enseñaba acerca de Dios. El resultado fue que muchos aceptaron exteriormente las enseñanzas católicas, mientras interiormente mantenían su antigua religión.
En América, los Orishas y la mayor parte de su religión fue ocultada detrás de una fachada de catolicismo, a través de la cual los Orishas fueron representados por varios santos católicos. Los dueños de esclavos de esta forma decían: "mirá cuán beata es esta esclava, se pasa todo el tiempo venerando a Santa Bárbara". Lo que ellos ignoraban es que ella en realidad le estaba rezando a Shangó, el Señor del relámpago, el fuego y la danza, y que inclusive quizás le rezaba para que la librase de su mismo dueño. Así fue como la religión llegó a ser conocida como Santería.
Los creyentes han aumentado. Con la revolución que triunfó en Cuba en 1959, más de un millón de cubanos se exilaron en Estados Unidos, principalmente en Miami, New York y Los Angeles, entre ellos habían santeros que propagaron la Santería en sus nuevos ambientes.
Aunque los Yorubas fueron arrebatados de sus hogares en Africa y esclavizados en América, sus Orishas, su religión y sus poderes nunca pudieron ser encadenados, y la religión ha sobrevivido al presente.
Se estima que la religión Yoruba tiene unos 20 millones de seguidores, entre Africa y América. El mayor porcentaje se encuentra en Cuba, donde ha tenido un mayor seguimiento: se estima que creen en ella un 70 por ciento de su población. En los últimos años, santeros cubanos se han implantado en España.
Las leyes españolas, al tiempo que permitían la esclavitud, trataban de atenuar esa injusticia concediendo a los esclavos algunos derechos. Al menos en teoría, tenían derecho a la propiedad privada, matrimonio y seguridad personal. También las leyes exigían que los esclavos fueran bautizados católicos como condición de su entrada legal a Las Indias. La Iglesia trató de evangelizar a los negros lucumí, pero las condiciones eran muy difíciles. Además de la escasez de sacerdotes, la condición de esclavitud dificultaba que los lucumí comprendieran y aceptaran lo que se les enseñaba acerca de Dios. El resultado fue que muchos aceptaron exteriormente las enseñanzas católicas, mientras interiormente mantenían su antigua religión.
En América, los Orishas y la mayor parte de su religión fue ocultada detrás de una fachada de catolicismo, a través de la cual los Orishas fueron representados por varios santos católicos. Los dueños de esclavos de esta forma decían: "mirá cuán beata es esta esclava, se pasa todo el tiempo venerando a Santa Bárbara". Lo que ellos ignoraban es que ella en realidad le estaba rezando a Shangó, el Señor del relámpago, el fuego y la danza, y que inclusive quizás le rezaba para que la librase de su mismo dueño. Así fue como la religión llegó a ser conocida como Santería.
Los creyentes han aumentado. Con la revolución que triunfó en Cuba en 1959, más de un millón de cubanos se exilaron en Estados Unidos, principalmente en Miami, New York y Los Angeles, entre ellos habían santeros que propagaron la Santería en sus nuevos ambientes.
Aunque los Yorubas fueron arrebatados de sus hogares en Africa y esclavizados en América, sus Orishas, su religión y sus poderes nunca pudieron ser encadenados, y la religión ha sobrevivido al presente.
Se estima que la religión Yoruba tiene unos 20 millones de seguidores, entre Africa y América. El mayor porcentaje se encuentra en Cuba, donde ha tenido un mayor seguimiento: se estima que creen en ella un 70 por ciento de su población. En los últimos años, santeros cubanos se han implantado en España.
¿En qué consiste la religión Yoruba?
Al igual que en otras religiones, creen en un Dios conocido como Olofin, y poseen un texto sagrado, la Regla de Ifá, que representa el pensamiento filosófico por excelencia de la religión Yoruba. Por analogía con el Catolicismo, es la Biblia de la Santería. Sin embargo, La Regla de Ifá no se encuentra en manuales ni libros, su filosofía se transmite exclusivamente por vía oral.
Esta religión se fundamenta en la creencia de Dios a través de los elementos de la Naturaleza, una filosofía netamente africana.
Al igual que la religión Católica, la Yoruba también tiene una serie de mandamientos que deben cumplir todos sus creyentes y practicantes, y se denominan los 16 mandamientos o leyes de Ifá.
Los Orishas son los emisarios de Olofin o Dios Omnipotente. Ellos gobiernan las fuerzas de la naturaleza y los asuntos de la humanidad. Se reconocen a sí mismos y son reconocidos a través de sus diferentes números y colores, los cuales son sus marcas, y cada uno tiene sus comidas favoritas y otras cosas que les gusta recibir en forma de ofrendas y regalos. Les gusta el ron, el tabaco, el puro, el agua y deleites culinarios.
ADIVINACIÓN DE LOS BABALOCHAS.
En un afán de esconder la religión africana y sus prácticas mágicas, los lucumís (sacerdotes) identificaron las deidades africanas (orishas) con los santos del catolicismo, dando como resultado un sincretismo religioso conocido hoy como la Santería. Un santo católico y un orisha son vistos como manifestaciones diferentes de la misma entidad espiritual.
El caracol dice a través de su lectura cuál es el problema de la persona y si tiene solución. Hay personas que buscan ayuda por alguna dolencia y los oricha dicen que la respuesta la tiene el médico; a la vez se les da consejos.
Otra manera de asesorar es la práctica de baños con hierbas, para evitar las desgracias, las presiones, las enfermedades, trastornos y dificultades.
Todo santero debe dominar el sistema de adivinación de la tirada de los caracoles. La tirada de caracoles está constituida por 18; aunque en el caso de Eleguá la componen 21, de los que se sacan cinco y escuchan, quedando 16 caracoles que se les llama diloggún.
A la mano de caracoles se le unen varios enseres que reciben el nombre de Iboqué, lo que quiere decir aguante o sujete. El Iboqué está compuesto por una piedra pequeña oscura nombrada otá; un caracol blanco, largo y pequeño que se nombra allé; una semilla que recibe el nombre de egüé alló; una cabecita de muñequita a la que se le da el nombre de Eríagüona, y una pelotita de cascarilla o Efún.
Al igual que en otras religiones, creen en un Dios conocido como Olofin, y poseen un texto sagrado, la Regla de Ifá, que representa el pensamiento filosófico por excelencia de la religión Yoruba. Por analogía con el Catolicismo, es la Biblia de la Santería. Sin embargo, La Regla de Ifá no se encuentra en manuales ni libros, su filosofía se transmite exclusivamente por vía oral.
Esta religión se fundamenta en la creencia de Dios a través de los elementos de la Naturaleza, una filosofía netamente africana.
Al igual que la religión Católica, la Yoruba también tiene una serie de mandamientos que deben cumplir todos sus creyentes y practicantes, y se denominan los 16 mandamientos o leyes de Ifá.
Los Orishas son los emisarios de Olofin o Dios Omnipotente. Ellos gobiernan las fuerzas de la naturaleza y los asuntos de la humanidad. Se reconocen a sí mismos y son reconocidos a través de sus diferentes números y colores, los cuales son sus marcas, y cada uno tiene sus comidas favoritas y otras cosas que les gusta recibir en forma de ofrendas y regalos. Les gusta el ron, el tabaco, el puro, el agua y deleites culinarios.
ADIVINACIÓN DE LOS BABALOCHAS.
En un afán de esconder la religión africana y sus prácticas mágicas, los lucumís (sacerdotes) identificaron las deidades africanas (orishas) con los santos del catolicismo, dando como resultado un sincretismo religioso conocido hoy como la Santería. Un santo católico y un orisha son vistos como manifestaciones diferentes de la misma entidad espiritual.
El caracol dice a través de su lectura cuál es el problema de la persona y si tiene solución. Hay personas que buscan ayuda por alguna dolencia y los oricha dicen que la respuesta la tiene el médico; a la vez se les da consejos.
Otra manera de asesorar es la práctica de baños con hierbas, para evitar las desgracias, las presiones, las enfermedades, trastornos y dificultades.
Todo santero debe dominar el sistema de adivinación de la tirada de los caracoles. La tirada de caracoles está constituida por 18; aunque en el caso de Eleguá la componen 21, de los que se sacan cinco y escuchan, quedando 16 caracoles que se les llama diloggún.
A la mano de caracoles se le unen varios enseres que reciben el nombre de Iboqué, lo que quiere decir aguante o sujete. El Iboqué está compuesto por una piedra pequeña oscura nombrada otá; un caracol blanco, largo y pequeño que se nombra allé; una semilla que recibe el nombre de egüé alló; una cabecita de muñequita a la que se le da el nombre de Eríagüona, y una pelotita de cascarilla o Efún.
LA CONSULTA CON EL AGUA DE COCO.
Los caracoles, según la cantidad que van cayendo boca arriba, son los que definen la letra que se va a conocer. Cuando se comienza a tirar el diloggún, primero se echa agua y se pide permiso a Dios, a los egguns y a los orishas, por medio de la oración.
Las letras son las que dicen lo que pasó, lo que está pasando, y lo que va a suceder.
Al interpretar los caracoles, lo primero que se necesita es conocer los refranes que se derivan de cada letra, que son los puntos básicos de este oráculo, ya que por lo regular la encabezan un refrán o un patakí. Luego, se extrae el punto básico de la letra, lo esencial de cada oddu. Poniendo parte de cada refrán por letra que sale, más la historia de los consultados, se acierta en lo que hay que decirle a la persona.
Otra manera de consultar a los oricha es con el agua de coco, que es el agua bendita de la religión Yoruba.
En el caso del coco, como oráculo sólo se utiliza para preguntar directamente a una deidad (oricha) si lo que se va a hacer resuelve o no los problemas que trae la persona.
Los caracoles, según la cantidad que van cayendo boca arriba, son los que definen la letra que se va a conocer. Cuando se comienza a tirar el diloggún, primero se echa agua y se pide permiso a Dios, a los egguns y a los orishas, por medio de la oración.
Las letras son las que dicen lo que pasó, lo que está pasando, y lo que va a suceder.
Al interpretar los caracoles, lo primero que se necesita es conocer los refranes que se derivan de cada letra, que son los puntos básicos de este oráculo, ya que por lo regular la encabezan un refrán o un patakí. Luego, se extrae el punto básico de la letra, lo esencial de cada oddu. Poniendo parte de cada refrán por letra que sale, más la historia de los consultados, se acierta en lo que hay que decirle a la persona.
Otra manera de consultar a los oricha es con el agua de coco, que es el agua bendita de la religión Yoruba.
En el caso del coco, como oráculo sólo se utiliza para preguntar directamente a una deidad (oricha) si lo que se va a hacer resuelve o no los problemas que trae la persona.
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